La resiliencia y la energía física

Ahora que ya tienes claro el concepto de que es la resiliencia y que nos vamos familiarizando más con ella, será probable que tengas muchas preguntas, entre ellas si la resiliencia afecta a tu energía tanto mental como física.

Cualquier estado anímico tiene el poder de afectar, liberarte o mejorarte. Una vez comprendas que la mente tiene el mando, podrás ir haciendo pruebas en ti mismo/a para contemplar esta realidad.

Piensa en cuando estás feliz. ¿Cómo te hace sentir eso? Quizás pletórico/a, con ganas de hacer cosas y enfrentarte a todo lo que sea necesario para conseguir tus sueños. ¿Verdad? ¿Y qué pasa con la tristeza?

Puede que sea probable que necesites estar en soledad, que tengas menos energía física e incluso apatía. Observa la lentitud o incluso la densidad de tus movimientos… ¿No habías reparado en ello, a que sí?

¿Es la resiliencia un estado de ánimo?

Con toda seguridad que es la resiliencia quien puede fomentar diversas cualidades, entre ellas la fortaleza o el positivismo. Por ello si tienes un buen nivel de resiliencia, aquí puedes hacer el test para comprobarlo,  es probable que tengas más energía para emprender actividades que valoras y que no te canses cuando te están contando algo, que seas (en definitiva) más receptivo/a.

Para poder entender todas las particularidades de que es la resiliencia, muchos expertos la han dividido en cuatro dimensiones, que serían:

• La física
• La mental
• La emocional
• La espiritual

Para poder disfrutar de lo que es la resiliencia restaurada al 100% las personas tendrían que aprender a cuidar cada una de estas 4 dimensiones, para alcanzar algo exitoso y pletórico en sus vidas.

¿Pero, cómo hacerlo?

• Para cuidar la dimensión física de la resiliencia, simplemente tendrás que aprender a escuchar tu cuerpo.

Haz que descanse cuando sea necesario y que se ejercite antes de que acumules puntos de tensión en determinadas zonas musculares. Estar en lugares en los que te puedas oxigenar será también muy importante.

Por lo que mantener el contacto con la naturaleza será una gran necesidad que no debes negarte. La alimentación influirá, así que para sentirte bien, intenta nutrirte con frutas y verduras frescas orgánicas, legumbres, lácteos y huevos o buenas melazas y germinados si eres vegano/a.

Cuanto más saludable estés, más fuerte podrás estar ante cualquier evento difícil de la vida o que requiera más trabajo en él.

• Sobre la dimensión mental de lo que es la resiliencia, quiere expresar que apliques un buen orden sobre los pensamientos que aparecen en ella.

Aquellos que no te sirvan, déjalos fluir. Los que te aporten algo positivo, úsalos para construir. Entender que no puedes darles más fuerza de la que se merecen (en general) te ayudará a distribuir tu energía y también tu tiempo.

• La dimensión espiritual se cuida mediante las buenas acciones y sobre todo, fomentando la empatía.

Una vez entiendas lo que otras personas pueden llegar a sentir y padecer mediante el filtro del amor universal, tu resiliencia se verá reforzada.

• Acerca de la dimensión emocional de la resiliencia, se trata de hacer crecer la aceptación sobre todas las experiencias que nos suceden en la vida, reconociendo que todo es un proceso de conocimiento que nos ayuda a perfilarse y a ser mejores seres humanos.

Comenzar a preguntarnos qué nos afecta y de qué modo, siendo conscientes de todo lo que pasa por nuestras cabezas es un buen comienzo para cuidar nuestra parte emocional y hacer que la resiliencia se mantenga bien cargada en nuestro organismo.

Al mantener equilibradas estas 4 dimensiones de lo que es la resiliencia, estarás en plena facultad de conciencia y sobre todo de bienestar, aportándote una vida mucho mejor.

Es algo que puedes dar a conocer, porque siempre valdrá la pena para revisar cosas que a veces tenemos olvidadas y son esenciales para nuestro cuidado personal. Así que, comparte y escríbenos. ¡Todos sois bienvenidos!