Entrenamiento de resiliencia: 15 pasos diarios para ser resiliente en 15 días

Si los libros y la teoría te aburren y quieres comenzar con tu entrenamiento para ser resiliente día a día y sin mayores complicaciones, esta será tu mejor guía para iniciarte.
Te vamos a compartir de manera directa cómo mejorar tu resiliencia poquito a poco y sin pretensiones complicadas.
Estos hábitos que te voy a comentar pueden hacerlos cualquier persona, sepan o no sobre crecimiento personal, así que únete a nuestro reto y cuéntanos cómo te vas sintiendo a medida que los días van pasando.
Puedes empezar cumpliendo un paso al día y así a final de mes habrás sopesado si es algo que te beneficia o no. ¡Seguro que te sentirás mucho más vivo/a al finalizar!
Ser resiliente: vamos con los pasos diarios para comenzar desde «cero»
Cuídate y mejora el aspecto de tu entorno:
Por supuesto, si tú te preocupas por ti mismo/a las cosas podrán posicionarse de tu lado y en un tiempo más cercano de lo que tenías planificado. Cuidarse tanto a nivel alimentación como higiene es algo básico, aunque hay personas hoy en día que todavía lo descuidan.
Toma nutrientes de verdad en forma de fruta fresca, cereales orgánicos bajos en azúcares, carne magra de granja rural, pescado, proteínas vegetales como tofu o seitán, verduras de hoja verde de cultivo local así como algún carbohidrato de lenta absorción.
Deja los dulces para días ocasionales así como las grasas tales como la mantequilla y los embutidos o la carne roja. Lo notarás. Al igual que la comida, cuidarse a nivel estético también es imprescindible sobre todo para aumentar tu nivel de autoestima.
Tirar tu ropa vieja y darle paso a la nueva traerá no solo un cambio de armario sino también una renovación energética que te hará mucho bien.
Al igual que estas dos cosas la limpieza de los lugares donde estás generarán en ti más ganas de ser mejor y vibrar alto, algo que también facilita que aguantes más las tragedias y los cambios negativos que podría traerte la vida, en resumen, te ayudará a ser resiliente.
Valora y cuida también tus relaciones:
Que seas amable con los demás, que prestes atención a cada conversación y que ames tanto los defectos como las virtudes de las personas que están contigo es muy importante para que no decaigas en el proyecto de ser mucho más resiliente.
Y es que aunque tu propia felicidad dependa de ti, lo más importante es armonizar tu entorno, creando momentos bonitos que te hagan brillar y que a los demás también les aporte.
Piensa que si tú estás bien y haces sentir genial a los demás, también recibirás sensaciones muy positivas que repercutirán en tu evolución personal.
No te desmorones ante las críticas negativas:
La resiliencia es un sinónimo de resistencia, es por eso que las cosas nunca han de ser traumáticas o destructivas. Tienes que normalizar el hecho de que no le gustes a mucha gente, así como que a otras les encantarás.
El hecho de que tengas más fortaleza en ese sentido sí te ayudará a ser una persona mucho más resiliente. Puede que en el camino (sobre todo aquellos/as que trabajan en atención al cliente o se relacionan mucho en grupos grandes de gente) te encuentres con todo tipo de caracteres y comentarios y que algunos no sean agradables.
A pesar de todo, has de saber controlar tus reacciones de ira y dejar que sean como son. Te aseguro que sus comentarios, muchas veces, tendrán que ver más con lo que ellos son y los problemas o inseguridades que tienen que con lo que opinan sobre ti realmente.
No te rindas ante los obstáculos:
Aunque pienses que hay cosas muy difíciles, siempre hay maneras de sortearlas. No te pongas barreras. Por ejemplo, si una persona quiere dar clases de inglés y no la contratan en ningún lado.
En vez de desmoronarse, puede pensar en qué puede hacer para salir adelante. Si en su ciudad no hay suerte, siempre podrá dar clases online, traducir textos, ofrecerse como guía turístico/a… Y sobre todo, pensar en qué actividades le pueden ser beneficiosas y productivas a la hora de dominar el inglés.
A veces nos enfocamos en metas que no pueden ser sin dejar de ver otras opciones que podrían resultar igual de buenas que esas primeras. El truco es diversificar y no lamentarse, buscar alternativas, ser resiliente.
Crea un diario de metas que te gustaría cumplir:
Los diarios son una excelente manera de autodescubrirse. El poder definir metas es una gran herramienta para poder indagar en quién eres realmente y en lo que te gustaría convertirte en un futuro cercano.
No hace falta que te enfoques en cosas muy grandes, sino en pasitos que te hubiera gustado dar ya. Como por ejemplo: sacar el carnet de conducir, Asistir a clases de yoga para sentirme mejor conmigo mismo/a, Ir a clases de baile para ser mucho más atractivo/a Eso también aumentará tu ilusión y te motivará.
Elabora un diario emocional donde cuentes como te vas sintiendo diariamente:
Como te dije antes el autodescubrimiento se potencia muchísimo cuando escribes y te «desnudas» (por así decirlo) en alma y sentimientos.
Si dejas fluir lo que verdaderamente siente tu corazón y tu mente, conseguirás ver muchos aspectos de ti que quizás hasta ahora no habías descubierto.
Así que es un buen método para potenciar tu fortaleza mental y también tu madurez emocional siempre que te reconozcas.
Tomar los cambios por el lado positivo:
Muchas veces el ser resistentes nos juega una mala pasada, es por eso que siempre has de saber contemplar lo positivo, cuando aparezca un cambio, puede que te cueste verlo (sobre todo si se presenta una tragedia) pero no temas. Nada es eterno.
Y seguro que ese cambio que se va a presentar por muy malo que sea hará que resurja en ti otra gran capacidad. Recuerda que muchas veces, las grandes personalidades se han forjado a base de conflictos y malas épocas.
Dedicar tiempo a conocerte:
Además de saber reconocer tus emociones has de hacer de vez en cuando un análisis de tus cualidades. El aceptar que puedes aportar, así como tus valores positivos también será de gran ayuda.
No te asustes si lo que te apetece es simplemente estar en silencio. Es un buen comienzo que te ayudará a conectar contigo mismo/a antes de pasar a la siguiente fase de enfrentarte a tu personalidad.
Hay a personas que les costará más, por eso, tendrás que armarte de paciencia y sobre todo no tener miedo a ver la propia oscuridad que todos tenemos dentro de nuestros talentos y alegrías.
Mantener la autoestima en un buen nivel y quererse más:
Una vez hayas hecho el paso anterior será mucho más sencillo que te ames y que aprendas a quererte. Uno de los pasos más imprescindibles para poder disfrutar de una alta autoestima es saber quitarse partido, verse bien, cuidarse como te dije en el paso número 1.
Saber que tú mismo/a estarás ahí para apoyarte y levantarte cuando las cosas no salgan bien será el mejor bálsamo que le darás tanto a tu niño/a interior como a tu alma. Todo lo puedes, en realidad, aunque todavía no has descubierto la manera. Eres resiliente aunque aún no lo sabes.
Alimentar la espiritualidad sana:
No caigas en fanatismos, pero desarrolla tu propia espiritualidad del modo que más te atraiga. Crea tus propias oraciones de bienestar tanto para ti como para otros, procura ser mucho más servicial ayudando a aquellas personas que más lo necesitan.
Busca momentos de silencio para que todo pueda manifestarse de una manera natural. Sé una persona desinteresada. No cierres los ojos al mundo y verás muchos lugares donde trabajar y cooperar desde la humildad del ser y la inocencia del sentimiento.
Conectar como personas, desde un sentir noble te ayudará a disparar hasta límites insospechados esa espiritualidad saludable.
Procura no ser una persona que atraiga a las cosas negativas:
Con esto quiero decir que no te lucres en todas aquellas frases y palabras que puedan acercar hacia ti cualquier tipo de vibración baja. No veas demasiadas películas agresivas así como música que tenga reflexiones de maltrato.
No te dejes llevar por el insulto o la crítica. Tan pronto comiences a ver la realidad sin darle más bombo, conseguirás irradiar una energía especial allá donde vayas e incluso no consumirás tu energía personal.
Maravíllate con cada pequeño detalle de la vida:
Haz que cada momento sea tranquilo y espectacular. No hace falta que planifiques eventos caros o experiencias que se salgan de tu presupuesto. Un simple paseo, nadar, caminar en un lugar que te guste, obrarán maravillas.
Fomenta el concepto de «amor puro y universal»:
Al igual que la espiritualidad el pensar desde el amor puro te atraerá muchas bendiciones. No solo existe el amor de pareja, como tal, sino que también ese sentimiento noble de amar a un animal, a otra persona como un familiar, los amigos y amigas etc.
El amor desinteresado lleva a la nobleza y sobre todo al enriquecimiento de tu espíritu, algo que hará que te fortalezcas, dando paso con mayor éxito a ser resiliente.
No dejes de aprender:
Cada día tiene increíbles oportunidades de dejarnos una reflexión. Así que intenta siempre analizar casi al final del día lo que viviste y lo que pudiste aprovechar, pensando en lo que te agradó para verbalizar en qué te pudo ayudar esa experiencia.
Sobre lo negativo, una persona resiliente procura sanar y posteriormente aceptar lo que sucedió para dejar paso al conocimiento. Siempre aparecerá alguna moraleja que te ayudará a entender muchas cosas y a evolucionar si le das la oportunidad de hacer ese trabajo interno.
Trabaja tus cualidades positivas y reconoce aquellas que son más negativas:
Una persona que ha integrado su ser, es capaz de seguir mejorando a la vez que va puliendo sus defectos.
Son individuos que ganarán en autocrítica por lo que siempre estarán observando de una manera saludable todo aquello en lo que podrán perfeccionarse para un bien de ellos mismos. Sabrán esquivar al perfeccionismo excesivo, así que serán excelentes líderes y consejeros/as.
Ahora que ya sabes cómo iniciar un entrenamiento de resiliencia para ser resiliente ¿comenzarás? ¡Escríbenos y dinos que te parece!