Resiliencia, 11 ejemplos en la vida diaria y 12 en forma de canciones

Hace un tiempo te hablábamos de resiliencia ejemplos en forma de poemas, también citas o frases populares que hacían un llamado a la esperanza y a la felicidad. Sin embargo, hoy toca algo diferente como son sobre la resiliencia ejemplos en la letra de canciones.
Resiliencia ejemplos de canciones con llamada a la esperanza
Otro medio que siempre ha expresado todo tipo de emociones y también de inspiración ha sido (y es) la música. Mediante ella, su sonido y sus letras, muchas personas han logrado mejorar sus estados de ánimo así como terminar con las etapas de soledad que algunas veces han asolado a centenares de humanos/as en el mundo.
Calmante de todo tipo de intrigas y musa de muchos nacimientos de otras obras de arte diferentes, hoy te mostraré -en resiliencia sinónimos -,cuáles son las canciones que hablan de resiliencia o que la mencionan de alguna manera en particular haciendo alusión a la necesidad de la esperanza y la ilusión (así como de la calma)
Resiliencia ejemplos de Canciones en las que está presente
1.-«Color Esperanza» de Diego Torres:
En ella el intérprete habla sobre la facilidad con la que se vive manteniendo un estado de ánimo tranquilo y esperanzador, en donde el positivismo reine frente a todo tipo de emociones negativas y desalentadoras. Intentar, siempre es la mejor forma de crecer, aunque se falle.
Y es que al final la maduración personal avanza y aparece a medida que te vas haciendo cargo de solucionar mil obstáculos que puedan surgir ante el camino, algo de lo que la perseverancia y el esfuerzo se pueden encargar en sus inicios, ayudándote.
La actitud, marca lo que tú puedes ser y eso es otro de los mensajes claves de esta obra, algo que puedes proyectar sin ningún tipo de problema a tu vida real. Si tú te mantienes fuerte y alejas el «no puedo» de tu cabeza, podrás con todo.
Es una melodía muy pegadiza que seguro te recargará de energía en los momentos que más lo necesites y podrás escucharla aquí:
2.- «Todo irá bien» de Chenoa:
Una oda al positivismo y a la destrucción de aquellos estados de ánimo que no son nada amigables con el desarrollo de la resiliencia para ser una persona resiliente en épocas difíciles.
Se puede usar como apoyo en los ejercicios de ejemplos de resiliencia emocional para aprender a ganar un autocontrol sano, moderando e identificando todos los pensamientos que nos hacen mal a la hora de arrancar en nuevas actividades o proyectos.
3.- «Abriendo Caminos» de Diego Torres y Juan Luis Guerra:
Aquí encontrarás un cántico a los momentos más simples de la vida y a lo que esencial y mágico en ella. Desde un simple paseo hasta la sonrisa de un buen amigo o un paisaje precioso.
Cosas que al final si las disfrutas y las contemplas con atención te ayudarán a revitalizarte y a cargarte de energía totalmente.
Y es que al final, aunque la vida avance sin parar y haya días peores, como bien ellos dicen: «lo mejor es quitar el dolor afuera, ríe, llora, que aún queda mucho por andar«
4.- «Ahora» de Bomba Stereo:
La importancia de mantener unos autocuidados personales y dejar que el presente tenga más sentido es otro de los caminos más dignos hacia el buen uso de la resiliencia.
Aquí, obtendrás una gran reflexión sobre la importancia que tiene la consciencia y el hacer todo (incluso pensar) desde un grado alto de atención e intención.
Las afirmaciones personales te podrán ayudar mucho, de hecho, a conseguir lo que deseas y ser una persona con un extra de fortaleza muy potente que te diferencia como una de las personas resilientes. Si dudas de ti, mira como ser persona resiliente en 15 días.
5.- «Sueños» de Diego Torres:
Uno de los grandes enemigos de la resiliencia es el miedo. Por eso cuando esta emoción nos bloquea tanto que no somos nosotros/as mismos/as puede ocasionar ciertos estancamientos que pueden llegar incluso a enfermar a quien los sufre.
Por eso, para lograr ser una persona resiliente, también hay que aprender a soltar, a liberarse, a dejar fluir todo lo que nuestro interior y nuestra mente nos quiere comunicar, persiguiendo finalmente las metas que nos pueden llegar a hacer felices y a sentirnos útiles.
La podrás escuchar aquí:
6.- «We are golden» (Somos dorados) de Mika:
La valía de las personas tiene que estar por encima de las habladurías, de lo que piensan los demás, de los juicios externos o incluso de las opciones desinteresadas que muchas veces hacen las personas que no te conocen.
La canción habla un poco de esto y de levantarse, sin importar en esas críticas, haciendo lo que a uno/a le inspira y desea para su vida.
7.- «What a wonderful world» de Louis Amstrong:
Muchas veces para poder aprender a vivir tenemos que darle la valía que tiene a la vida, sintiendo su esencia y lo que nos puede aportar en cada atisbo de ella misma.
La canción hace una oda a su apreciación y también a la capacidad para amar intensamente, algo que llama de manera natural a la resiliencia (si te mantienes en un estado de pura vibración tendrás más armonía y por lo tanto más ganas de emprender todo lo que te haga falta para evolucionar día a día)
8.- «Here comes the sun» (Aquí viene el sol) The Beatles:
Mayoritariamente llegará a comunicar la calma que llega después de los malos momentos, cuando todo comienza a amansarse, dando así a razonar que «no hay mal que cien años dure» y que siempre vale la pena mantenerse firme ante las adversidades para poder vivenciar los momentos más felices que están por llegar.
Así, nada en la vida es igual, sino que siempre hay etapas y momentos.
9.- «Fix you» (Curarte) Coldplay:
La canción hace alusión a esos momentos de esperanza y fe en los que puede haber una gran diferencia entre sentirse fatal y culpable por los momentos malos que están apareciendo y vivir con naturalidad así como calma la vida, dejando que aparezca la intuición y el razonamiento más claro para poder un@ desarrollarse.
El dejar tiempo al tiempo, como quien dice, para vivir una existencia mucho más auténtica en la que exista aceptación, constancia y esfuerzo.
10.- «Feeling Good» (Sintiéndome bien) Michael Bublé:
Aquí estarán haciendo una bellísima oda a la comodidad de entender cada momento presente como algo totalmente hermoso y omnipotente, donde reina no solo la belleza sino también el conocimiento.
El vivir al día, el sentir que puedes transformar lo antiguo en renovador y que en cada puesta de sol puedes volver a «nacer» de nuevo, hace que sea uno de los mejores himnos de la resiliencia.
11.- «Heroes» (Héroes) Mans Zelmerlöw:
Una obra que habla mucho acerca del agradecimiento a la vida y a la necesidad de hacerte cargo de las cosas que haces bien y de los esfuerzos que empleas día a día en hacer de tu existencia un momento mejor.
Seguro será un gran antídoto para los días que necesites un cambio y una mejora de tu estado de ánimo.
12.- «You gotta be» (Tienes que ser) Des´ree:
Como siempre la vida no tiene que ser reconducida sino que somos nosotros los que debemos aprender de ella y deleitarnos de todos los aprendizajes y mensajes que tiene para nosotros.
La canción, así, deja un mensaje final en el que destaca que no te importe tanto lo que debes ser (según el consejo y la percepción de otros) sino lo que tengas que vivenciar de manera natural, siempre amando.
Y es que «el amor será lo que salvará el día»
11 Ejemplos de resiliencia en la vida diaria
Si amas los relatos de personas comunes que podrías encontrar día a día en la calle y quieres encontrar ejemplos de resiliencia reales que te puedan inspirar en los momentos que estés más bajo/a de moral, o en los que no encuentres alternativas de soluciones por ti mismo/a, date unos minutos de lectura y acompáñanos en este viaje por estos 7 ejemplos de vida que te podrán iluminar en tu camino actual.
Recuerda que una buena guía, siempre es sinónimo de belleza y sabiduría y muchas veces ese conocimiento está en la misma vida. Que incluso en la oscuridad siempre hay una llama que comienza a encenderse dándote una gran bendición de grandeza, porque nunca estamos solos/as ante el problema (enfócate en el sentido del «milagro» no en el drama) Solo contempla, cree y siente.
1.-Pepe y su supervivencia en el barrio de una ciudad desconocida
Cuando a Pepe le dijeron que podía estudiar Económicas fuera, no se lo creía, ya que sus padres por cierta incapacidad monetaria no podían permitirse costear su carrera entera.
Sin embargo, ellos con el valor suficiente para ayudar a su hijo a conseguir sus sueños, con paciencia e interés (y a pesar de que no entendían nada de papeleos ni de estudios, pues se habían dedicado siempre al campo) preguntaron los trámites para poder solicitar una beca.
Una secretaria de un departamento del Ayuntamiento los ayudó después de preguntar en varios puntos de atención a los jóvenes donde les contestaron secamente y sin ninguna amabilidad.
Una vez instalado y luchando con sus temores, por tener que enfrentarse al ritmo frenético que la ciudad le estaba mostrando, pidió ayuda a los tutores para poder saber cómo aplicar a un trabajo de media jornada, consiguiendo ser camarero a tiempo parcial.
Pepe el primer día no supo ni ir a comprar solo ni fregar a la perfección, ni llevar las cuentas de los gastos. Pero poco a poco logró acostumbrarse a esa vida nueva que tanto le podía ofrecer.
Ahorraba comiendo en el bar donde trabajaba, ya que le ofrecían un menú allí gratis. El resto, iba eligiendo productos de temporada y acudía al hipermercado para decantarse por marcas blancas. Algo que antes no conocía, porque comían de la tierra.
A los 3 años, Pepe ya había presentado un proyecto empresarial y logró fundarlo en un vivero de empresas para estudiantes y recién graduados, siendo una muestra de lo que el esfuerzo puede valer.
La moraleja en esta historia, es que nunca debes frenarte por las situaciones de la familia o el entorno donde te has criado.
Todos tenemos oportunidades de enfrentarnos a lo que más nos gusta y atrae, cara a cara, trabajando. Tampoco por el esfuerzo duro de tener que hacer alguna multitarea ya que eso puede llegar a determinar lo que podrás ser en un futuro: una persona mucho más preparada y tenaz, ante todo lo que te venga.
Ganar en experiencias, en definitiva, te hará ser una persona mucho más rica (mental y emocionalmente hablando) Te diferenciarás y eso te abrirá multitud de puertas en el futuro.
Así la RESILIENCIA ha jugado su mejor versión junto al ESFUERZO y la CONSTANCIA.
2.-Manuela y su lucha constante contra el miedo a las escaleras
Ella era una señora mayor que sobrepasaba los 80 años. Con problemas de artritis severa le había cogido pavor a las escaleras, ya que sufría de muchos dolores en sus rodillas.
Aunque vivía en un primero y no había mucha altura de diferencia, para ella llegar al piso de abajo era toda una odisea y el tiempo se paraba. Se volvía lento y profundo. Espeso. Difícil de sobrellevar.
En los últimos, la chica que había contratado para limpiar le había ayudado a hacer la compra online, algo que le facilitaba el no tener que moverse para comprar la poquita comida que consumía a la semana. Pero a ella le gustaba la vida. Ver el parque. Observar a los niños, a las palomas y a los gorriones, los árboles. Sentarse en el parque o al lado del río era su medicina.
En su capacidad para resolver dificultades, pensó: quizás si bajo de lado sea más fácil. Y probó. Quizás si surrurro mi canción favorita sea mejor. Y también lo hizo. Cada día acompañó su rutina de un modo diferente.
Siempre que la encontraban, dos de sus vecinos la ayudaban, dándole el brazo y hablándole para que el tramo se hiciera menos aburrido y pesado. Aunque ella siempre pensaba que no necesitaba ayuda, que podía hacerlo sola y que no quería depende de nadie.
A pesar de sus impedimentos, la ilusión por mantenerse activa y hacer las cosas que le gustaban, le devolvían el alma e incluso la juventud, haciéndola moverse aunque fuera lentamente.
En este aspecto, la RESILIENCIA se acompañó de la ESPERANZA, la ILUSIÓN y la FE por momentos mejores. Así, aprovechar lo que se tiene y utilizarlo para un bien mayor es también otras de las mejores cualidades para aprovechar nuestra vida día a día.
3.- Antonia y su frente abierto, soñando día a día con recuperar la salud
Antonia, era una mujer joven, que pasaba un pelín de los 50, sin embargo un día y de la nada le diagnosticaron fibromialgia aguda. Algo que la llevó a padecer dolores muy grandes que un día le permitían trabajar y al otro no, haciendo que su calidad de vida mermara de una forma muy notable.
Hubo un día y alguno que otro más, que se quedó triste echada sobre la cama pensando en por qué le había pasado eso a ella. Lloró y se desesperó pero al cabo de los días, decidió que no se merecía agregar sufrimiento a aquel que ya tenía y comenzó a pensar que o se movía y comenzaba a sonreír o no viviría su propia vida y eso sí que le daba escalofríos.
Busco y rebuscó remedios, comenzó a hacer terapias en agua, meditación, relajaciones. Aprendió que si no iba a un 90% iría a un 40% terminando todo lo que había comenzado. Y fue ahí cuando comenzó a entenderlo todo: vivir es amarse aunque no seas perfecto/a, aun cuando no seas una máquina impecable.
Cuando ella inició su proceso de transformación y comenzó a invertir en si misma, demostró interés y amor propio, algo que todos debemos mimar en algún punto de nuestra vida en el que nos sentamos vulnerables pero con fortaleza para continuar, deseando lo mejor para nosotros mismos.
Así, la RESILIENCIA se juntó con la FE y la PERSISTENCIA, generando una mejor estabilidad y más incentivos para perseguir y sentir la felicidad.
4.- Bernardo y Lola en la clínica de fertilidad
Ambos habían sido pareja durante 10 años, desde la universidad. Ahora que todavía eran jóvenes pero lo suficientemente maduros como para alejarse de la época de la veintena, querían tener un hijo. Algo que durante unos meses, después de haberse casado y algunas revisiones, no había llegado.
Ya en la clínica de fertilidad, los médicos les dijeron que ellos tenían problemas para tener descendencia ya que las probabilidades de que el embrión se implantara de la forma correcta en ella eran casi nulas.
Lejos de crear una crisis existencial entre ellos, decidieron crear un espacio hacia la reflexión y la guía, dejando claro a que podían renunciar y a que no. En la adversidad de la vida se hicieron más fuertes y mostraron su apoyo el uno al otro sin abandonarse ni crear palabras tóxicas entre ellos.
Al día de hoy, Bernardo y Lola tienen una hermosa niña que adoptaron en Etiopía y están anotados en programas de acogida temporal para bebés y niños pequeños de su misma ciudad.
La RESILIENCIA, en este caso se juntó con la PACIENCIA, el AMOR y la capacidad para dar, ser GENEROSO/A y FLEXIBLE.
5.- Alfonso y su crisis existencial
Él era un hombre que había llegado a los 40 con una gran pérdida de ilusiones. Aunque ganaba un buen sueldo y podía haber tenido todo lo que hubiera querido, nada le bastaba y se preguntaba directamente qué había hecho con su vida.
Viviendo en un piso pequeño de la capital, en un estudio, hacía toda su vida fuera y se dedicaba a comer lo que le apetecía solo en los restaurantes, contemplando cómo el resto vivía y se reían con compañía mientras él solo pasaba el rato con la sensación de que cada minuto se perdía más y más, fundiéndose con el sinsentido de preguntarse a dónde iba a ir en el siguiente minuto.
Un día en plena reunión de equipo, comenzó a olvidarse de los datos que tenía que aportar y todos se quedaron mudos. «¡Qué raro! A él nunca le pasa algo así. Siempre tan correcto. Habitualmente tan funcional» todo el mundo murmuraba y alguno se reía, incluso.
Y ese día se marchó, pidiendo perdón y no pudo volver. Caminó, caminó y caminó hasta la saciedad, sin rumbo y ahí se dio cuenta. Todo había sobrepasado el límite de lo insoluble. Se había consumido en vida. Se había agotado incluso sin empezar. Nada tenía sentido, porque era prisionero de lo que pensaba que tenía que hacer y no de lo que sentía que tenía que desempeñar.
Recogió todo el dinero que tenía y se fue conduciendo hasta el lago que tanto le había gustado de niño. Se baño durante horas allí y comenzó a sentirse mucho más vital. Alquiló una pequeña casa en el pueblo y allí donde vivía, creó un despacho de pan.
El trabajar con las manos de nuevo, el sentir las materias primas, fue algo que también le devolvió una pequeña porción de vida. Y nada volvió a verse vacío. Tampoco sin sentido. Y menos forzado Y ahí comenzó a sonreír de nuevo.
Durante las tormentas que la vida nos tiene preparadas, tenemos la oportunidad de verificar si estamos en el camino que realmente queremos estar.
También la opción de preguntarnos si somos felices desempeñando nuestras labores y obligaciones. Solo si tomamos el timón del barco y nos enfrentamos a los sentimientos realmente, podremos dar con la respuesta, pudiendo encontrar la felicidad que todos deseamos.
En este caso, a la RESILIENCIA la acompañó la VALENTÍA y la DETERMINACIÓN.
6.- Adela y el acoso laboral
Ella era una persona que amaba su trabajo. Durante meses se había preocupado por ver las empresas que mejor se habían podido amoldar a su carrera y su máster y esperanzada había preparado su entrevista al dedillo.
Entró como una de las candidatas mejor preparadas y más reconocidas. Pero a las pocas semanas de estar allí, uno de sus superiores buscaba pretextos continuamente para poder estar a solas con ella e intimidarla.
Al cabo de los días la cosa iba a peor. O la hacía quedar mal delante de sus compañeros, eligiendo el trabajo de otros, descalificándola o bien le hacía proposiciones de quedar solos a terminar los documentos, generando cierta cercanía sospechosa que se acompañaba de invitaciones a su casa demasiado llamativas.
Adela lejos de avergonzarse o sentirse culpable, reaccionó y le habló de los límites. Le expresó que le incomodaba y que no volviera a sugerir nada semejante con voz firme. Y le expresó su deseo de trabajar con otra persona. Él le negó la oportunidad. Ella insistió y pidió, después y sin que él lo viera, una reunión con la superior con la que quería trabajar alegando que tendría una mejor productividad y que no se entendía con el otro jefe.
Gracias a su paciencia y determinación la situación mejoró unos meses. Pero él volvió a las andadas, con más furia y la despidió. Adela, que ya tenía algo así previsto, ya había conseguido un trabajo gracias a una compañera de la universidad que era emprendedora y necesitaba personal.
El ser versátil, ayudó a Adela a no estancarse y a continuar con su trayectoria laboral de la mejor manera posible.
Así el APOYO SOCIAL, la COLABORACIÓN, el DINAMISMO, la CURIOSIDAD y la AMBICIÓN sana se unieron a la RESILIENCIA para conseguir los mejores objetivos.
7.- Carina y su bulimia
Ella era una adolescente que se preocupaba demasiado por todo. Era tan responsable que incluso le ganaba en los tiempos de entrega de las actividades que eran importantes en la escuela a los adultos en las responsabilidades que les tocaban. Era un modelo de puntualidad y entrega absoluta, incluso para ellos.
Sin embargo, esa presión por ser la perfecta, la que nunca se permitía un fallo en público le estaba causando un gran peso a su mente. Un estrés demasiado agotador como para ser asimilado fácilmente.
El no poder expresar palabras de apoyo para ella misma como el «Te acepto, eres hermosa tal cual eres, te amo aunque te equivoques porque el proceso de aprendizaje será tormentoso y difícil muchas veces.» creó una gran barrera que no supo levantar y comenzó a ser cruel con su cuerpo, viéndolo como un gran cúmulo de defectos y partidas perdidas.
La culpa por no verse siempre como algo suficiente, la llevaba a comer por impulso y la vergüenza de hacer algo así, la sensación de sentirse tonta, a vomitar, creando el círculo vicioso de un trastorno alimenticio.
Sucedieron los meses y nadie reparó en ella, hasta que una amiga se dio cuenta de que llevaba mucho tiempo sin menstruar. Al preocuparse, ella le negó que tuviera algo, pero un día en gimnasia, se desmayó.
Ella misma al despertarse se dio cuenta de que no estaba haciendo las cosas bien. Notó las miradas raras de los demás y cómo hablaban, pero por primera vez no le importó.
Comenzó a hacer deporte cuando sentía ansiedad y dejó de atiborrarse a escondidas. Dejó el pelo como quiso, incluso revuelto, y comenzó a ver que eso se sentía muy bien. También pidió a sus padres apuntarse a clases de cocina para aprender a comer mejor y empezó a preparar cenas para todos en casa los fines de semana.
Poco a poco, volvió a verse saludable y con el tiempo se hizo chef motivacional. Aprendiendo que poco importa los estándares que te marquen.
Que tu personalidad solo será libre si aprendes a amarla y a aceptarla tal cual es, potenciando lo que te gusta hacer y lo que puedes transmitir a otros, emocionándolos con tus experiencias positivas, contribuyendo a una comunidad sana.
Junto a la RESILIENCIA trabajó la responsabilidad personal, la lógica y el razonamiento
8.- Candy intentando economizar en un barrio obrero manteniendo a dos familias
Candy ya había llegado a los 50 y había sido una persona que se había cansado y cansado de trabajar, para sacar sola adelante a sus 3 hijos. Ahora, una de ellas y la más pequeña de 18, había tenido a un bebé por un descuido personal, teniendo Candy que ayudarles a la joven pareja porque aún no estaban posicionados y estables en la ciudad.
Lejos de enfadarse y quizás influenciada por el amor que veía en la pareja, estaba con todos en casa, tirando del barco como una heroica patrona.
Había decidido que los fantasmas emocionales poco iban a hacer, cuando una nueva vida estaba deseosa de salir adelante, teniendo su mismo espíritu luchador y fuerte.
Sin embargo, a veces, la culpa la acechaba preguntándose porque si había educado a sus 3 hijos de la misma manera (inculcándoles responsabilidad y el hecho de tener que pensar en el futuro, planificando para ellos una vida mejor, algo que ella pensó que no tuvo) le había pasado algo así.
Algo que enseguida se terminaba cuando podía contemplar a su nieta, tomarla de la mano y pasear con ella. Unos instantes que dentro de lo inesperado y de lo que le disgustaba, le daban vida.
Así, con paciencia, dejó que los primeros meses de la vida de la pequeña fueran cuidados por su hija, a la que después consiguió colocar trabajando con ella en la agencia de limpieza en la que Candy estaba. El novio de su hijo terminó encontrando empleo de camarero los fines de semana.
Mientras, ambos estudiaban. Hoy en día, con persistencia y gracias a los comentarios y consejos de Candy, él es ingeniero y su hija, auxiliar de veterinaria. Se independizaron a una casa muy modesta y Candy cada vez que va siente que pudo contribuir a que ambos dirigieran su vida con más herramientas.
Algo que habla mucho de lo que puede llegar a hacer la ESPERANZA, junto a la PERSEVERANCIA y un buen consejo. Así como tener una guía presente en la mayoría de nuestros caminos. Por muy mala o nefasta que te parezca una situación: de todo se sale. Esa es la moraleja.
9.- Carol y su refugio para animales
Carol era una chica que entraba ya en la treintena y se había dedicado desde su adolescencia a cuidar de los animales que estaban en las protectoras.
Su primera conexión real con un animal la sintió cuando llegó a casa su primer perro, cuando ambos se miraron y ella sintió que esa alma le parecía decir que todo estaría bien. Esa sensación de querer decirlo todo sin palabras fue lo que le cautivó y le enseñó a ser mejor persona.
Al conocer más a su mascota que pasó a formar parte de la familia, se prometió que siempre ayudaría a los animales que estuvieran en un estado de desprotección y cada día acudía a la pequeña perrera que tenía al lado de casa para pasear a los perros que tenían y ayudarles con las tareas de limpieza a los dos voluntarios que habían.
Y así, durante todos los años que la vida le pudo regalar, siempre que tenía tiempo libre la dedicaba a ellos. Un pequeño lametón, un salto y a veces, una mirada, eran motivo de alivio y felicidad para ella.
Un día, paseando por el campo, notó como unos chirridos y observando unos matorrales, encontró una perra abandonada con unos cachorros. Ella estaba desfallecida de hambre y Carol se dió cuenta cuando enseguida fue a olisquear su mochila cuando ella la dejó en el suelo. (Siempre llevaba paquetes de salchichas para los perros que iba olvidando de quitar y se quedaban hasta para sus paseos)
Ese día, sin importarle, cargó a los cachorros en su mochila y a la perra en sus brazos, algo a lo que el animal correspondió sin fuerzas y desfallecida. Y la dejó en la pequeña finca de su casa. Con el paso de los días, la perrita a la que llamaría Lola, se recuperaba milagrosamente. Y ella se dio cuenta de que era la mejor corredora.
Aunque Carol no tenía mucho dinero, pidió un préstamo y compró un pequeño terreno a unos pasos de su casa. Con ayuda de unos amigos lo acondicionó y valló y comenzó a fabricar casitas de madera para los perros.
A Lola, se le unió Fero (un galgo que había sido maltratado), Eduarda (una cotorra ciega que no podía ser liberada), Toti (un cruce de caniche toy y Yorkshire) y Pikito (una paloma que de juvenil sufrió un virus y casi la atropelló un coche) Su amor por ellos y ver cómo sobrevivían era pura medicina para ella.
Aunque la llamaron loca, por acoger a animales de diferentes especies, ella siguió cuidando de ellos. Hoy en día, gracias a su esfuerzo, es auxiliar de veterinaria, da terapias con animales y a todo el mundo que la visita da clases sobre especismo y cocina sostenible vegana.
Aquellos que van a junto de ella, pudieron comprobar como tiene los mejores huevos del barrio, gracias a que mima a sus gallinas como a unas reinas.
Carol es sin duda la muestra de cómo la DEVOCIÓN por el trabajo bien hecho, el AMOR, la ENTREGA y la RESPONSABILIDAD junto al ESFUERZO diario pueden hacer con la resiliencia para crear un mundo mucho más bonito y agradable.
10.- La depresión de Yoli (nadie me quiere)
Yoli había luchado contra el sobrepeso desde que era una niña. En el colegio, muchos de sus «amigos», se burlaban de ella llamándole el típico «gorda», seguido de «grasosa» o el «tú no puedes bailar porque no eres femenina y no estás gorda» o el tú «no puedes ser una princesa, porque las princesas solo son guapas y tú no lo eres» A eso se le había sumado que no le gustaba la escuela y quitaba malas notas.
Los profesoras la reprendían por no prestar atención y le decían «que nunca iba a llegar a dónde quisiera» algo que también había minado la autoestima de la pequeña.
¿Si todo el mundo le decía cosas negativas, qué podía creer ella, qué imagen se podía hacer de ella misma? Aunque pasaron algunos años, Yoli no podía olvidar todo lo que había almacenado durante todo ese tiempo y comenzó a sentir que todos la apartaban de todo y que realmente nadie la quería.
Como no era capaz de verbalizar lo que sentía y lo que le pasaba (¿Cómo explicar o justificar los hechos de los demás?) cada día comenzó a sumirse en un pozo de terrible tristeza, hasta el punto de que no quería salir de casa ni hablar.
Había perdido el gusto por la comida y todo le parecía gris, a pesar de que todavía era una niña que estaba entrando en la adolescencia.
No la alegraba ni los juegos, ni la música, ni sus hermanos. Hasta que un día uno de sus abuelos le contó que a veces la vida te puede mostrar muchas caras, pero que el tiempo que pasa no se puede volver a vivir y eso es desperdiciar un poquito de nuestra vida.
Ahí y tras un caluroso abrazo repleto de sabiduría, Yoli comenzó a pensar. «¿Y si me hago grande y no llego a vivir la vida?»
Pasaron semanas pero poco a poco quería caminar más y más. Comenzó a ver el monte como una de las cosas más bellas que había visto nunca y el mar y también sus ojos, que eran verdosos como las hojas de los árboles brillantes por los rayos de sol. Y comprendió que todos somos como esa naturaleza bella, una gran parte de todo.
Se volcó en estudiar la naturaleza, en explorar y hoy en día, es una gran guardia forestal que hace voluntariado con animales y enseña la importancia de cuidar la tierra.
Sobre su físico, nunca se sintió mejor, entrenando cada día y haciendo deporte, aceptando sus curvas y su propio estado natural, comprendiendo que uno debe ser como es, sin artificios ni mentiras.
Aquí, junto la RESILIENCIA, actuó la PACIENCIA y también el AMOR PROPIO, algo esencial para poder dejar a un lado las críticas y juicios de los demás.
11.- La depresión por ser un alta capacidad de Carlos
Carlos siempre había destacado por aprender demasiado bien las lecciones de la escuela. Tanto que se aburría. No podía soportar la monotonía que eso le reportaba y eso comenzó a generarle un tremendo cansancio seguido de mucho estrés.
Quería alcanzar sitios y lugares donde aprender conocimientos más avanzados y no podía, porque se veía encajado en un sistema que le obligaba a pertenecer allí.
Las relaciones con los otros niños tampoco eran demasiado fructíferas, puesto que no le gustaba hablar de cosas banales de la edad que le pertenecía. Eso tampoco le ayudaba a integrarse ya que se sentía diferente.
Ahí conviviendo entre tantos choques, Carlos, comenzó a sentirse inútil y a verse como alguien que nunca podría hacer algo a su gusto. El sentimiento de tristeza fue creciendo poco a poco y cada vez más se vio sumido en la apatía, no queriendo hacer nada.
Con el tiempo, al cabo de los meses, el mismo se dio cuenta que estar así le impedía hacer lo que más le gustaba que era cantar y decidió que tenía que reponerse. Sus padres lo anotaron a un coro, bajo petición de su hijo y eso le cambió la vida.
El ritmo lento de cada clase se hacía más llevadero porque llegaba esa hora mágica de la música que tanto le gustaba. Y ahí comenzó a vivir de nuevo.
Cuando ya era adolescente, comenzó a investigar en internet lo que le pasaba y cómo se sentía, dando a entender a sus padres que él podía ser un chico con capacidades diferentes. Una psicóloga los ayudó a encontrar un grupo de personas que habían pasado por lo mismo que él. Y ahora Carlos poco a poco logró entenderse mucho mejor.
Se sabe dosificar, sabe que para llenarse tiene que invertir más tiempo en cultura y aprendizaje, pero eso ya no es un problema para él. Con el paso de los meses, llegó a formar un grupo de literatura y otro de teatro y ahí habla con gente de todas las edades que le aportan anécdotas e historias de vida que le hacen crecer.
Aquí, vemos como el AUTOCONOCIMIENTO en compañía de la RESILIENCIA han formado un buen tándem para favorecer una vida mucho más apacible, libre y vivaz.
Como ves, todos podemos inspirarnos en los ejemplos de resiliencia para manejar situaciones de nuestras vidas que resultan dudosas o complicadas de alguna manera y es que… siempre existen caminos… incluso aunque en ese momento no los veas. ¡Comparte y escríbenos tus preguntas!