Resiliencia psicológica

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Te hemos hablado del concepto normal de resiliencia, pero nada (todavía) sobre los otros tipos de ella misma como la resiliencia psicológica y la resiliencia emocional. ¿Habías reparado en esto antes? ¿Y que existían diferentes variaciones?

Resiliencia psicológica

La resiliencia psicológica es idéntica al concepto propio de resiliencia en sí, aquel que hemos comentado hasta ahora varias veces. Simplemente la nombran de otra forma.

Al igual que la resiliencia a secas, la resiliencia psicológica se refiere a la capacidad de poder salir airoso/a sin depender el evento que se produzca, siendo fuertes y poseyendo el ánimo más positivo posible para poder comenzar otra etapa de una forma más productiva.

Sin embargo, este tipo de resiliencia destaca frente a las otras en que se centra más en la acción de entender los eventos que están sucediendo, consiguiendo analizarlos de la forma más provechosa posible, adaptando los sucesos a la persona que los está sufriendo, encontrando oportunidades incluso en aquellos lugares donde las puertas estaban cerradas.

Las personas que poseen esta capacidad ( ¿Eres persona resiliente haz el test), son capaces de evadir el estrés de una manera más fácil, caen en las presiones con menores probabilidades y es menos habitual que sufran de infartos o complicaciones post-traumáticas como la ansiedad crónica.

Las emociones

Las emociones pueden causar dolores físicos, creando patologías psicosomáticas. Los/as pacientes que poseen resiliencia psicológica, llegan a acortar de manera milagrosa sus tratamientos, viéndose recuperaciones más rápidas.

Esto se debe a que poseen más energía y realizan las recomendaciones del doctor (o la doctora) como mayor agilidad y más sentido del humor. Algo que aunque parece tópico, no es falso. Sí, puede aportar vida (aunque en un principio te parezca poco creíble que la actitud y la mente pueden dominar las cosas)

Por eso, muchos expertos aseguran que el positivismo y también la paciencia acompañada de constancia y persistencia  pueden generar milagros día a día, necesarios para llevar una existencia mucho más tranquila y feliz.

La resiliencia psicológica se puede fomentar implementando hábitos en el día a día que generen más madurez emocional así como crecimiento.

Uno de ellos es analizar las cosas que pasan sin prestar más atención en las probabilidades negativas, dándole a las cosas la importancia justa, centrándose en las opciones más realistas sin caer en la tragedia.

Otra cosa que puede ayudar es ser una persona decidida, que se enfoque únicamente en lo que haga falta para desempeñar la acción que sea requerida, además de tener la capacidad de vivir el momento presente.

Y además de eso, mantener un buen nivel de actividad es muy, pero que muy interesante para generar endorfinas, ayudando a pensar de una manera más dulce y positiva.

Las personas que están diagnosticadas con depresión, miedo o ansiedades, necesitan aprender a meditar de la manera correcta para poder sanar y aceptar de la forma adecuada todo lo que llega a sus vidas.

Es una herramienta muy saludable con la cual se pueden transformar mentalidades y también formas de reaccionar, algo que ayudará a ganar temple y también a disminuir las sensaciones tales como la tristeza, la culpabilidad  o las ganas de llorar.