Humor y resiliencia ¿tienen que ver?

humor y resiliencia

El tener buen ánimo así como un sentido del humor vivo e inteligente sumado a la ironía pueden ser grandes potenciadores de la resiliencia ya que frenan a otros tipos de sentimientos negativos como la debilidad, la depresión o la sensación de derrumbarse ante eventos catastróficos o traumáticos para uno/a. Entonces, humor y resiliencia ¿tienen que ver?

El sentido del humor, como salvavidas de los malos momentos. ¿Herramienta para inteligentes y resilientes?

Pero… comencemos desde el principio. ¿Qué es el sentido del humor y cómo influye eso en una persona resiliente? Se podría decir que los humanos somos los únicos animales sintientes que tienen la capacidad de utilizar el humor para salir adelante en experiencias o momentos que son desde vergonzosos hasta incómodos, intimidatorios, irritantes o desagradables.

Seguramente recordarás esa frase que tanto nos suelen decir las personas que son más tranquilas y felices: «Ríete de hasta ti mismo/a» creando esa barrera natural de «quitar hierro» al asunto cuando no hay porque darle tanta importancia a algo o a las cosas.

Y así es, cuando simplificas todo y eres capaz de abrir el punto de mira para buscarle a todo su parte cómica, te sorprenderás incluso de la propia visión que le estabas dando al mundo.

No se trata de caer en la falta de humildad, la fanfarronería, la vulgaridad… No. Con esto queremos decir que, muchas veces, es más sencillo aligerar la presión que sentimos; permitiéndonos soltar una sonrisa, aunque en ese mismo instante no tengamos las ganas de hacerlo. Una mueca da espacio para la sonrisa y esa  muestra de buen humor da lugar al cambio.

Cuando una persona, así, deja paso al buen sentido del humor; llama a la resiliencia (incluso, sin querer) porque estará fomentando la paciencia, mejorará su respuesta frente a otros y relativizará las cosas, generando un entorno mucho más apacible (inclusive en un entorno de caos)

En resumen, el sentido del humor es la capacidad para suavizar con ingenio, risa y creatividad cualquier experiencia. Es algo bastante valorado siempre que se utilice bien y es un recurso maravilloso si se aplica en la enseñanza así como en la dinámica de grupos de trabajos o universidades. ¿Pero… cómo se pueden unir ambas?

Afrontar la vida con humor y resiliencia, un seguro para conseguir la felicidad

Una vez aceptes la sonrisa y el sentido del humor como compañero de vida, darás paso a la resiliencia automáticamente. Una persona que es mucho más receptiva, es capaz de buscar alternativas y soluciones antes, algo que hará que se vean más valientes ante cualquier tipo de contratiempo.

Todas las personas que utilizan el sentido del humor se centran menos en la frustración, algo que potencia la fuerza propia (y la insistencia) de la resiliencia. Se podría decir que el sentido del humor es la «anestesia» saludable del día a día, haciendo todo mucho más llevadero y fácil.

Si te cuesta utilizarlo, comienza por cosas pequeñas como:

  • Escuchar la música que te gusta mientras realizas cualquier actividad
  • Practicar deporte
  • Ir a clases de teatro o risoterapia (todo lo que te permita verbalizar tus sentimientos no aceptados ni abrazados)
  • Practicar danza consciente
  • Pintar o hacer caricaturas
  • Ver vídeos de humor
  • Compartir memes
  • Charlar entre amigos/as y familia de forma distendida, contar anécdotas compartiendo sentimientos
  • Disfrutar de aquello que te gusta como si fuera la primera vez que lo vives (fomentar la espontaneidad)

De este modo vivir será para ti un juego luminoso, en el que (por supuesto) no tendrás que olvidar tus responsabilidades, pero en el que todo será más liviano.

Y esto, responde a su vez la pregunta de qué es resiliencia, una forma natural de existir de una manera mucho más consciente y hermosa para la persona. Darte oportunidades, vivenciar, transformando, cuidándote…

Vídeos de comedia que fomentan el sentido del humor (y la resiliencia)

Les Luthiers:

Un grupo cómico habla de forma ingeniosa sobre lo que puede significar «Merengue» y otras palabras. Ahí podrás ver todo lo que podrá dar de sí una conversación en tono de humor sobre cosas cotidianas utilizando también la inteligencia y el ingenio.

La danza de los panes de Chaplin:

¿Quién dijo que no se le puede buscar genialidad y sentido del humor a cualquier acto cotidiano? Un clip que despertará en ti la afirmación de que para vivir con serenidad hay que animar (muchas veces) y dejarse expresar a ese niño/a interior que todos llevamos dentro.

Monthy Pithon:

(Olvidando y retirando la semejanza de la crucifixión de Jesús y no haciendo mención a la parte religiosa, sino al sentimiento de los actores en ese momento sin comparándolos con nada)

La imagen del grupo cómico en un momento crítico como puede ser la tortura de una situación semejante cantando, es algo tan surrealista y a la vez tan talentoso, que deja un mensaje sobre el cual reflexionar: puede que haya cosas peores, centrémonos en lo bonito (al final todos vivimos cosas mejores y peores alguna vez)

«Chona»:

Con el personaje de «Chona» puedes ver cómo utilizan experiencias reales del día a día para poder reírse (sanamente) de las cosas. Y es que: ¡para que querer el drama o las obsesiones cuando se puede tomar todo con filosofía y lograrlo igual!

Ylvis:

Quién diría que cualquier situación común del día a día podría musicalizarse… Y mira al grupo y dúo humorístico Ylvis quiénes de un proyecto de un alcalde sobre la creación de un trampolín lograron hacer varios vídeos musicales de la hazaña. ¡Igual que una trilogía!

Como ves, cualquier tema puede dar para una buena anécdota. ¡No digas que ahora no sabes cómo utilizar tu sentido del humor para fomentar tu resiliencia! ¡Comparte!